El zinc es un material de origen natural que se emplea tradicionalmente en Europa tanto por su elegante color como por sus características de aislamiento y durabilidad. Además, por su elevada maleabilidad permite que el arquitecto pueda ser creativo y flexible.

Es un material que evoluciona con el paso del tiempo, por lo que alcanza su máxima belleza unos años después de su instalación. Su color natural oscila entre una gama de elegantes grises, desde un gris claro satinado, el más habitual, hasta un gris antracita, mucho más oscuro.